¿Es posible tener paz cuando atraviesas lo inesperado, cuando la incertidumbre se vuelve protagonista, cuando no encuentras la salida? La respuesta es un rotundo SI...
Sí, lo es. Puedes tener paz estando en medio de la tormenta más fuerte y fría que exista. No tengo idea si tal vez estás viviendo dentro de algo desconocido que no esperabas que sucediera, pero te digo con seguridad que aun cuando vengan las temporadas de menos luz, puedes tener paz.
Al enfrentar situaciones desconocidas, tal vez es complicado identificar cuál es la mejor decisión a tomar, porque las emociones pueden nublar tu mente y eso puede llevarte a la angustia.
Pero, ¿Cómo se obtiene? y ¿Cómo permanecer en ella?
El dador de esta paz es Jesús. Creas en él o no, te invito a seguir leyendo este post.
Como tú y yo sabemos, la paz que proviene de nuestro interior en algún momento termina, eso que nos comparten las personas que nos rodean lo cual nos trae tranquilidad, puede durar un tiempo pero llegará un momento en el que se acaba... podría seguir nombrando diferentes escenarios que terminan de la misma forma, sin paz. Te hablo de esta paz eterna y poderosa porque la he experimentado en mi vida, y las veces que la he perdido es solo a causa de mi misma.
Permanecer en esa tranquilidad que él ofrece sería como estar en una casa en donde pueden estar pasando un millón de situaciones inquietantes, angustiosas, desesperantes, puede que incluso ese lugar se esté tambaleando, pero en medio de esta casa hay una habitación en la que puedes entrar y aunque existan situaciones que no traigan tranquilidad, al permanecer allí, tendrás la paz que necesitas aun sin salir del "desastre". Integro a Jesús como la solución porque él es el único dador de esta eterna paz que sobrepasa cualquier tormenta, dolor o circunstancia. Y como él es eterno, lo que proviene de él también lo es.
En los últimos días estuve charlando con una querida amiga acerca de esos momentos en los que atravesamos lo desconocido, así que te comparto tres importantes enseñanzas que aprendimos juntas.
Para atravesar lo desconocido necesitas controlar tus pensamientos.
Tu mente es muy poderosa y puede influir en tu estado emocional y físico, y es clave en el momento de tomar una decisión por más tonta que sea. No la subestimes, lo único que otros no pueden controlar en ti son tus pensamientos, así que te invito a ser intencional con lo que dejas entrar en tu mente, y más aun cuando estás en medio de un panorama desconocido, porque la incertidumbre puede jugarte sucio si no estás firme.
Si estás dudando que hacer ahora, da pequeños pasos según lo que ahora tienes en tus manos.
Hay momentos en los que no sabemos hacia donde ir porque hay factores externos que nos limitan, pero que tal si en vez de frenar por completo, das el paso más cercano dentro de tus posibilidades actuales. Por ejemplo, si necesitas un trabajo y has buscado en muchos lugares anhelando encontrar uno y no tienes respuesta, entonces ve a los lugares que no fuiste, busca en otras áreas que te interesen, habla con amigos para que estén atentos por si hay alguna oportunidad, sigue formándote profesionalmente para añadir más conocimientos según lo que quieres encontrar... a veces nos quedamos paralizados al no ver soluciones rápidas ante nuestros problemas, y olvidamos que aunque no siempre las cosas no salgan como esperamos, hay pasos pequeños que podemos tomar que quizás nos saquen de la incertidumbre.
Te invito a escuchar un episodio de mi podcast Florecer que habla sobre situaciones que se salen de nuestras manos así como estos escenarios desconocidos.
MANTÉN LA ESPERANZA
Debes haber escuchado la frase "la esperanza es lo último que se pierde", y es así, en momentos en donde no sepas que sigue, que la esperanza sea uno de los pilares, porque cuando la mantienes hay algo por lo que seguir avanzando, algo que anhelas, que deseas con el corazón. Mientras haya vida, puedes tener esperanza.
Así como Jesús es dador de paz, es a quien necesitamos para atravesar los panoramas desconocidos, es quien te da identidad y propósito en esta tierra, quién puede guiarte hacia la luz, ayudándote a mantenerte firme en medio del caos. Aunque parezca muy abstracto pensar que alguien que no está presente físicamente puede lograr todo eso, te aseguro que es posible. Una relación con él puede colorear tus días y traer esa esperanza que necesitas.
Espero que esto haya sido útil para ti. Si tienes algún comentario o pregunta, me encantaría que comentes acá abajo, pero también puedes mandarme un correo que con gusto leeré y responderé.
Amy Mery
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