No sé tú, pero en muchas ocasiones mientras voy caminando, en el camino me he encontrado con alguna flor en un lugar bastante solitario, tal vez inapropiado para tal belleza natural o simplemente en un espacio que jamás pensé que podía ser apto para una plantita tan linda.
A partir de este episodio, quise compartir sobre capítulos de mi libro. Un libro que escribí hace ya tres años y que puedes adquirir presionando aquí. Está muy relacionado con el tema del florecimiento personal, y justo a partir de allí fue que surgió la idea de poder relacionar lo que voy aprendiendo con metáforas sobre la naturaleza.🌻
Hoy te quiero compartir acerca del Capítulo 6: En la peor parte de ti, El Gran Jardinero (Dios) plantó flores. En este capítulo hablo acerca de una etapa bastante difícil de mi preadolescencia, que fue el resultado de muchos errores que cometí, pero antes, quiero que viajemos juntas a nuestra niñez. A esos momentos en los que de niñas hacíamos algo que no estaba bien y lo ocultábamos de nuestros padres, abuelos, tíos con el fin de no ser descubiertas, evitando cualquier castigo o regaño. Seguro que en muchas ocasiones descubrieron aquel desastre escondido debajo de la cama, o vieron en el tacho de basura el objeto valioso que estaba roto. Pensando en esto, recuerdo que siendo pequeña, mi abuela tenía un negocio de venta de empanadas, caramelos, gaseosas... y resulta ser que a esta señorita le encantaban los caramelos (esa fue mi etapa oscura de ladronzuela). Como en mi patio no había piso de cemento sino que el suelo de tierra, enterraba los envoltorios para que no me descubrieran. Quédense tranquilas que esa ya es una etapa superada jaja y admito que estaba super mal aquel secreto que en algún momento salió a la luz.
Siguiendo con el tema, así como cuando eras niña, puede ser que ahora también existan ciertos secretos que te avergüenzan, que te produce miedo o incomodidad revelarlos, y que no te gustaría contárselos a quienes más amas por temor a ser rechazada, criticada, juzgada... Piensa por un momento, si hay alguno en tu corazón que quedó allí plantado desde hace tiempo o si existe uno reciente en tu vida. Quizá identificaste esas malas decisiones hace un tiempo pero siguen repitiéndose.
Con este posteo no busco meternos a todas en una misma cajita, porque cada historia es diferente, cada proceso de vida es distinto, pero entiendo que tal vez no fui la única a quien le sucedió eso✨
Ahora sí, después de toda esta introducción, te quiero contar mi proceso y como fue que pude salir de ese hoyo en el que yo misma me metí.
Todo comenzó en mi preadolescencia. Pasó un laargo tiempo hasta que realmente tomé el coraje para salir de allí. Les digo algo, he entendido que hay una gran diferencia entre situaciones en las que hay una persona que te está hiriendo y cuando eres tu misma quien se hiere. Entonces, en mi caso por cada mala decisión, cavaba más profundo en ese hoyo y no era que no quería salir de allí, solo que no sabía como y a la vez, temía contarle a otro lo que estaba viviendo.
Las personas en ese entonces me rodeaban, no se imaginaban lo que yo estaba experimentando. Disimulaba bien estar "bien", creo que se volvió algo tan recurrente en esa etapa que hasta yo misma me mentía.
Durante esos años me hice amiga de la culpa, de la vergüenza, de la no aceptación de mi misma... y el problema más grande era ese temor a no superarlo y a no lograr pedir ayuda. Hubieron muchas mentiras que fueron creciendo en mi corazón, buscando engañarme y desviarme de mi identidad, de la verdad y de la esperanza.
Después de un largo tiempo, llegó ese momento en el que no podía seguir. Me sentía tan mal conmigo misma, y ya estaba agotada, no quería seguir fingiendo, quería cambiar y tener una vida diferente a la que tenía, así que decidí pedirle ayuda al Gran Jardinero con el fin de que me ayudara a encontrar a la persona correcta con quien pudiese hablar. Él conocía mi problema, muchas veces le había pedido ayuda para que me diera la fuerza que necesitaba para salir de allí, pero por más que me diera esa fuerza, habían acciones que yo necesitaba realizar para salir de ese hoyo. Lo cierto es que en esa semana encontré la paz que necesitaba al pensar en una persona que si bien no era muy cercana, era digna de confianza y le tenía aprecio.
Una noche le hablé y le conté toda la historia y le dije que necesitaba de su ayuda porque me sentía tan sola y sin fuerzas para seguir. Ella con mucha bondad y predisposición, aceptó ayudarme y allí comenzó un camino de sanidad en mí, en donde tuve que volverme fuerte, constante, segura de mí misma y de la identidad que el Gran Jardinero me había dado. Fue largo ese proceso, pero agradezco enormemente el apoyo que esta persona me dio, porque fue fundamental en esa etapa.
Ahora, quiero compartir contigo cuatro consejos que tal vez te puede ser útiles si vives algo como lo que yo viví, consejos que compartieron conmigo en el proceso de libertad, y pasos prácticos que me habría gustado saber en aquel momento, los cuales fui aprendiendo en el transcurso del tiempo. Si no es tu caso pero conoces a alguien que pasa por un proceso como este, no dudes en compartirle este posteo:
1. Perdónate
En el capítulo está casi de último, pero quiero compartirlo como punto uno, porque he entendido que es algo que lleva mucho tiempo y que es muy necesario poner en práctica.
En este paso no solo me refiero a aquellos secretos que tal vez hay en tu corazón, sino también a cualquier mala decisión con la que llevas cargando desde hace mucho. Sin importar lo que hayas hecho, necesitas tu perdón para ser completamente libre. El Gran Jardinero te creó libre, y no desea que vivas cautiva de tus malas decisiones, él quiere una vida de plenitud, de esperanza y de gozo para ti. No seas tan dura contigo misma, sé paciente y confía en la capacidad que se te dio para seguir adelante. Puede ser que no sea fácil perdonarte pero te invito a que sea que apliques cada mañana hasta que se convierta en una realidad y realmente experimentes esa libertad que necesitas.
2. Saca de raíz
No cortes, saca de raíz aquello que te impide sanar, lo que te retrasa, lo que te hace volver a atrás. Al cortar, solo eres libres por un tiempo, pero cuando sacas de raíz aquello que no te hace bien, estás aportando a esa sanidad que necesitas.
Piensa: ¿Qué o quién te lleva a tomar esas malas decisiones? De acuerdo con la respuesta, vas a tener que decidir que hacer para eliminar lo negativo de tu corazón, abriendo paso a que crezcan flores en esas heridas que hay ahora. Sé intencional y sabia con cada decisión que tomes respecto a esto.😉
3. Amígate con el autocontrol
Todas fuimos creadas con la capacidad de tener dominio propio, así que no dudes de ello. Vuélvete amiga del autocontrol con respecto a lo que quieres lograr, manteniendo esas decisiones que tomaste sin ceder.
Entiendo que cuesta mucho, pero si se puede si somos fuertes y si mantenemos nuestra mirada fija en las verdades que el Gran Jardinero dice de nosotras. Él te dará la fuerza que necesitas pero también es importante que seas persistente y que creas en ti misma para seguir avanzando.
4. Busca ayuda
No tienes porque recorrer este camino tu sola, puedes acudir a alguna amiga sabia y madura que pueda acompañarte en el proceso o buscar algún terapeuta que te dé las herramientas que necesitas para sanar esas heridas que hay en tu corazón. Sé que cuesta exteriorizar aquello que te hirió, pero te aseguro que vale la pena cuando acudimos a la persona correcta.
Y por último, te invito a que no veas este proceso de manera negativa, sino más bien como una oportunidad para crecer, madurar y ver como crecen flores en esas heridas comenzarán a cerrar y que se volverán una linda historia de sanidad y que tal vez podrás compartir en algún momento con el fin de ayudar a otro que pasa por algo similar.
Por Amy Mery
En cada transcripción de episodios no escribo tal cual lo que hablo, ya que todos hablamos de una manera distinta a la que escribimos, pero no te estás perdiendo de ningún punto importante leyendo cada transcripción.
Si deseas escuchar el episodio, te lo comparto acá abajo ⬇️⬇️
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