Videos para orar por Venezuela
Día 1: Paz y reconciliación
Día 2: Derechos humanos
Señor Jesús, Tú, más que nadie, amas la justicia y velas por los derechos como el mejor abogado.
Con esto en mente, oramos por la sociedad venezolana. Obra para que cada derecho que corresponde a los ciudadanos venezolanos sea respetado: que haya libertad de expresión, diversidad de pensamiento y respeto por las creencias religiosas. Que los venezolanos se sientan seguros y protegidos. Que haya dignidad en el trabajo dentro del territorio, y que los docentes, el personal de salud y los empleados públicos y privados tengan un empleo digno con salarios que puedan sustentar sus hogares.
Que el derecho a la privacidad de los ciudadanos sea garantizado, sin temor a compartir sus opiniones e información personal y privada.
Te pedimos, Señor, que mejores la calidad de vida de los venezolanos. Que no solo haya mejores salarios, sino también una dignificación de la vida, para que puedan disfrutar de sus días, de sus familias y de sus hijos. Que haya espacios para el disfrute en comunidad y en familia, con todas sus necesidades cubiertas.
Oramos por quienes defienden los derechos humanos de los venezolanos. Cúbrelos con Tu protección y cuidado. Dales sabiduría y espacios de diálogo para continuar con esta valiosa labor. Proporciónales todo lo necesario para seguir trabajando, que puedan capacitarse y aprender de otras organizaciones y países donde estos derechos se cumplen. Llévalos de valentía y discernimiento para tomar decisiones sabias, y ponlos en lugares de influencia para el bienestar del pueblo venezolano.
Por último, oro para que quienes gobiernan esta amada tierra velen por los derechos de los venezolanos, y que amen y trabajen arduamente para mejorar el país.
Oramos para que todos y cada uno de los derechos se cumplan, y que Tú estés en medio de cada familia, de cada hogar. Que Tu cobijo y Tu amor cubran a los venezolanos, y que haya sensibilidad en sus corazones para reconocerte como un Dios de amor, justicia y misericordia.
Amén
Día 3: Gobierno y liderazgo
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Jesús, venimos ante Ti para interceder por la honestidad y la transparencia en la administración gubernamental de Venezuela. Reconocemos que Tú eres el soberano sobre todas las cosas y que en Tus manos están los destinos de las naciones. Por eso, te pedimos que guíes a los líderes de nuestro país, desde los más altos cargos hasta quienes trabajan en las posiciones más humildes, para que actúen con integridad, sabiduría y justicia.
Te rogamos que infundas en sus corazones un profundo temor reverente hacia Ti, para que puedan comprender la gran responsabilidad que tienen en sus manos. Que cada decisión que tomen sea guiada por el deseo de hacer el bien, de servir a los demás con amor y de ser justos en todo momento. Líbralos de la tentación de la corrupción, del engaño y de las malas intenciones, y llénalos de un anhelo genuino por la verdad y la rectitud.
Señor, te pedimos que derrames sobre ellos el don del discernimiento, para que puedan distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, y lo verdadero de lo falso. Que en todo momento sus decisiones sean motivadas por el deseo de mejorar la vida de los ciudadanos, de promover la paz y la justicia, y de asegurar que todos los derechos humanos sean respetados y protegidos.
Oramos por aquellos líderes que enfrentan decisiones difíciles, por aquellos que tienen que lidiar con presiones y desafíos constantes. Dales fuerza y valor para mantenerse firmes en sus principios y no ceder ante las fuerzas del mal o la tentación. Que puedan trabajar en unidad, dejando de lado sus diferencias personales y políticas, y enfocándose en el bien común y en el propósito claro de mejorar la situación del país integralmente.
Señor, sabemos que no es una tarea fácil gobernar una nación, y por eso, te pedimos que estés cerca de ellos en cada paso del camino. Que sientan Tu presencia y Tu guía en sus vidas, y que puedan buscarte en oración antes de tomar decisiones importantes. Ayúdales a reconocer su dependencia de Ti, y que en cada momento, puedan entregarte sus preocupaciones y sus cargas, confiando en que Tú eres capaz de hacer mucho más de lo que ellos pueden imaginar.
Te pedimos también por la unidad entre los líderes, tanto dentro del gobierno como entre los diferentes sectores de la sociedad. Que puedan dejar de lado sus ambiciones personales y trabajar juntos por el bienestar del país. Que haya un espíritu de colaboración, donde cada uno contribuya con sus talentos y habilidades para construir una nación más fuerte, más justa y más próspera.
Finalmente, Señor, recordamos las palabras de Tu siervo Pablo en 1 Timoteo 2:1-2, que nos exhortan a hacer rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir en paz y tranquilidad, con toda piedad y dignidad. Por eso, Señor, oramos con humildad y fervor por los líderes de Venezuela. Pedimos que Tu mano esté sobre ellos, guiándolos y protegiéndolos en cada momento.
Que en todo lo que hagan, puedan reflejar Tu amor, Tu justicia y Tu misericordia. Que puedan ser luz en medio de las tinieblas, y que su liderazgo traiga esperanza y renovación a nuestro amado país. Oramos para que cada derecho sea respetado y cumplido, y que Tú estés en medio de cada familia, de cada hogar. Que Tu cobijo y Tu amor cubran a los venezolanos y que haya sensibilidad en sus corazones por quién eres Tú, un Dios de amor, de justicia, de misericordia.
Amén.
Día 4: Desarrollo económico
Mi Dios, hoy venimos a ti con la confianza de que nos escuchas, que nuestras oraciones se elevan al cielo y son atendidas por el Padre. Te alabamos y te bendecimos, Señor. Creemos que eres un Dios de sanidad, poderoso, lleno de misericordia, compasión, y también un Dios de milagros.
Reconocemos, Padre, que en Venezuela la atención médica en los centros de salud, hospitales, clínicas, y CDIs es complicada debido a la falta de insumos y quizás por la escasez de personal médico. Muchos profesionales de la salud han emigrado fuera de Venezuela. Oramos por aquellos que continúan trabajando día a día en el territorio venezolano, que pasan largas horas laborando, que duermen poco, y que se esfuerzan para dar lo mejor de sí a sus pacientes.
Oramos por los enfermeros y enfermeras, por los profesionales especializados, por los médicos, los auxiliares, y por aquellos que mantienen los centros de salud en condiciones óptimas, higienizados y ordenados. Oramos también por el personal administrativo y la directiva de cada uno de estos lugares. Elevamos nuestras oraciones por todos los que pertenecen al sector de la salud en Venezuela.
Hay mucha necesidad, Señor, pero también muchas personas que necesitan de ti, no solo un milagro físico, sino también sanidad espiritual. Dentro de los hospitales se viven días muy tristes, llenos de desesperanza, desamparo, soledad y angustia. Oramos para que cubras cada lugar con tu amor y compasión, que envíes personas que lleven luz a estos lugares, y que muevas a familias, iglesias, y organizaciones que ya están trabajando a favor de la paz y la esperanza.
Señor, bendecimos a las personas que llevan comida a los familiares de los enfermos, que ofrecen un café, una sonrisa, que hacen reír a los niños y traen días de felicidad en medio de tratamientos difíciles. Oramos por quienes tienen la sensibilidad de ir a estos lugares donde se necesita paz, un abrazo, una escucha y esperanza.
Honramos y bendecimos a los médicos y enfermeros, y pedimos que les traigas una bendición especial. Bendice a sus familias, dales salarios dignos que reflejen el valor de su labor. Concede sabiduría para que den tratamientos certeros y diagnósticos precisos, guiados por ti. Que también ellos puedan tener una fe fuerte.
Oramos por los psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos, terapeutas, y cada profesional de la salud en Venezuela. Hay tantas profesiones importantes y valiosas, personas que dedican horas para encontrar soluciones a cada situación en particular.
Señor, oramos por los enfermos. Trae sanidad, restauración y levanta a aquellos que están postrados en cama. Sana a quienes están enfrentando enfermedades complicadas y también a quienes padecen dolencias leves. Oramos para que, en los diagnósticos complicados y en enfermedades que parecen no tener solución, Tú obres con tu poder que trasciende nuestra mente. Sabemos que Tú puedes cambiar cualquier situación.
También pedimos por sensibilidad espiritual y arrepentimiento entre quienes están en los hospitales, por los profesionales, pacientes y sus familias. Oramos por fortaleza para quienes acompañan a personas con dolencias físicas y para aquellos que han perdido a seres queridos a causa de una enfermedad o un accidente. Padre, restaura a cada familia, restaura a cada persona tanto física como espiritualmente.
Señor, trae insumos a los hospitales, clínicas, centros de salud y CDIs. Que cada persona que busca ayuda pueda recibirla de la mejor manera. Inunda estos lugares de esperanza, paz, consuelo y provisión. Sabemos que con tratamientos largos, muchas familias pasan semanas en los hospitales, durmiendo allí, comiendo mal, haciendo sacrificios para comprar los insumos médicos necesarios. Oramos por una provisión especial para cada familia. Pon tu mano sobre cada uno de estos hogares, Señor, y devuelve la esperanza. Que tu Espíritu Santo sea el consolador y acompañe a cada una de estas personas.
Cuando estuviste en la tierra, Señor, veías primero el corazón de quienes te seguían, perdonabas los pecados para salvar sus almas, y luego sanabas sus dolencias y enfermedades. Oramos para que esa sensibilidad espiritual crezca y que se reconozca quién eres tú y el sacrificio que hiciste por cada uno de nosotros en la cruz, para darnos una vida eterna, una vida de esperanza.
En Santiago 5:14-15 dice: "¿Está enfermo alguno entre ustedes? Llame a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará. Y si ha cometido pecados, le serán perdonados". Con esa promesa en nuestros corazones, oramos con la confianza de que nuestras súplicas son escuchadas por ti, Padre. Creemos que veremos milagros de sanidad hechos por nuestro Dios soberano, poderoso, lleno de gracia y perdón.
Confiamos en tu bondad, Señor, y sabemos que tienes el control de todo lo que sucede en el mundo. Que cada acción, esfuerzo y decisión estén guiados por tu mano, y que podamos ver una transformación en el nombre de Jesús.
Amén.
Día 6: Provisión
Jesús, en este momento nos unimos en oración por las necesidades fundamentales de los venezolanos, confiando en Tu poder para proveer y sostener al necesitado.
Te pedimos que cada hogar en Venezuela tenga acceso a alimentos suficientes para abastecerse y nutrir a sus familias. Que cese la desnutrición, la hambruna, la eliminación de comidas esenciales en el día.
Que en medio de las dificultades, Tú seas el proveedor que multiplique lo poco y lo convierta en mucho. Que que ningún venezolano se quede sin el pan de cada día.
Oramos también, Señor, por el cese de control de los servicios básicos como agua, gas y electricidad. Que todos los sectores del país puedan disfrutar de una vida cómoda, con sus necesidades cubiertas. Sabemos que estos servicios son esenciales para el bienestar diario, por lo que te pedimos no solo mejore la infraestructura del país en cuanto a cada servicio, sino que cesen las interrupciones.
Te pedimos por la importación y producción de alimentos no perecederos, así como por la producción nacional de carnes, pescado, legumbres, frutas y verduras. Que cada esfuerzo en la tierra venezolana dé frutos que abunden. Pon tu mano en cada cosecha para que sea bendecida.
Te pedimos, Señor, que haya una coordinación eficiente entre los dirigentes del país, las empresas y los productores, para que haya abastecimiento en cada rincón de Venezuela.
Que todos puedan acceder a los alimentos a precios asequibles. Abre caminos en donde no los hay. Haz milagros sobrenaturales, y provee en cada hogar lo que se necesite, Señor. Que en donde haya escasez, tu traigas provisión. En donde haya desesperanza, tu traigas esperanza. En donde no haya trabajo, cambies el panorama y proveas un trabajo que pueda bendecir a esos hogares en donde hay desempleo.
Te pedimos que fortalezcas la fe y la esperanza de los venezolanos, y que en medio de cada situación difícil, ellos puedan reconocer tu mano proveedora. Señor, recuerdo que de niña cada día al ir a la escuela, con mi familia recitabamos "Y mí Dios suplirá todo lo que nos falte conforme a sus riquezas en gloria", es una promesa que sigue en mí corazón y que creo que sigue vigente. Trae bendición y sustento a cada hogar venezolano, Padre.
Confiamos que tu estás en control de todo,
Amén.
Día 7: Educación
Padre Celestial, te damos gracias por escuchar nuestras oraciones, por tu fidelidad y justicia, y por amarnos incondicionalmente.
Hoy elevamos nuestras súplicas por la educación en Venezuela. Durante años, el sistema educativo en todos los niveles se ha deteriorado, y nos preocupa profundamente que tantos jóvenes venezolanos lleguen a la universidad con deficiencias en conocimientos básicos debido a este deterioro.
Señor, la educación es un derecho y una puerta a innumerables oportunidades dentro y fuera del país. Te agradecemos porque Venezuela cuenta con universidades de renombre, tanto públicas como privadas, accesibles para todos, sin importar el estrato social.
Bendecimos a los educadores, quienes dedican sus vidas a enseñar y guiar a las futuras generaciones. A pesar de la falta de salarios justos, muchos continúan con su labor por amor a la educación y a sus alumnos. Oramos especialmente por ellos, para que reciban provisión y mejoras salariales, independientemente del nivel educativo al que pertenezcan. Sabemos que su trabajo no termina en el horario de clase, sino que dedican horas a la corrección, planificación y más. Pedimos sabiduría para cada docente y profesor, que generen espacios de contención, apoyo y escucha. Espacios donde se pueda debatir libremente, expresar opiniones sin miedo, y que permitan equivocarse y aprender. Que la excelencia prevalezca en todo momento.
Oramos para que los niños y adolescentes tengan más días de clase de manera regular, y que no solo asistan a la escuela dos veces por semana. Que haya motivación para estudiar, para ir a la universidad y para formarse como profesionales.
Nos duele ver tantos jóvenes que han tenido que priorizar un trabajo para subsistir y alimentar a sus familias. Oramos por ellos también, para que sus sueños no se apaguen, sino que se mantengan vivos. Que puedan proyectarse y establecer metas a corto y largo plazo, más allá de lo laboral.
Te pedimos que abras puertas y oportunidades para que cada uno de ellos reciba la instrucción necesaria para su desarrollo y crecimiento.
Padre, provee todo lo necesario para que los venezolanos que aún estudian puedan asistir a sus instituciones educativas con lo esencial: el uniforme correspondiente, los útiles escolares para transitar el año, el pasaje de transporte público o el medio de transporte propio. Provee para que los estudiantes universitarios puedan comprar sus cuadernillos, libros, fotocopias y demás materiales para cada materia. Que en las carreras donde se requieran instrumentos específicos, como en arquitectura, medicina, odontología y otras, los estudiantes tengan lo necesario para realizar sus trabajos con excelencia.
Además, oramos para que ningún estudiante asista a clases sin haberse alimentado. Que haya suficiente comida en sus hogares, para que puedan concentrarse en sus estudios y crecer sanos y fuertes.
Oramos, Señor, por la seguridad dentro de las instituciones educativas. Vela por la protección de los alumnos, que toda violencia física, psicológica o sexual cese. Que el bullying que muchos niños sufren a diario se detenga, Señor. Que cada estudiante se sienta amado, escuchado y valorado. Que comprendan la importancia de terminar sus estudios y el impacto positivo que esto tendrá en sus vidas.
Oramos, Señor, por una educación inclusiva, que esté adaptada a las necesidades particulares de las personas con discapacidad o trastornos. Levanta acompañantes terapéuticos, terapistas ocupacionales, psicopedagogos, logopedas y fonoaudiólogos, para asistir y acompañar a los niños y jóvenes que requieren atención especializada. Que todos, sin importar sus capacidades, encuentren un lugar donde puedan aprender y desarrollarse plenamente.
Padre, te pedimos por la renovación de la infraestructura educativa, que las escuelas y universidades sean lugares aptos, seguros y bien equipados para el aprendizaje. También pedimos que perfecciones los planes de estudio en todos los niveles educativos. Que cese toda forma de adoctrinamiento político y que la educación no esté atada a posturas ideológicas, sino que sea un espacio para todos, donde se respeten las diferencias de pensamiento y se aborde el aprendizaje de forma objetiva y sabia. Que los planes de estudio en cada nivel educativo y carrera universitaria estén alineados con las necesidades actuales y preparen a los estudiantes para enfrentar los desafíos del futuro profesional.
Confiamos en que Tú, Señor, estás trabajando en cada uno de estos aspectos, guiando y fortaleciendo a quienes tienen en sus manos la educación de nuestro país. Que tu sabiduría, amor y justicia se manifiesten en cada aula, en cada maestro, en cada estudiante, y que podamos ver un cambio positivo y duradero en el sistema educativo venezolano.
Como dice en tu Palabra, "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" (Santiago 1:5).
En el nombre de Jesús, oramos.
Amén.
Padre Celestial, te damos gracias por escuchar nuestras oraciones, por tu fidelidad y justicia, y por amarnos incondicionalmente.
Hoy elevamos nuestras súplicas por la educación en Venezuela. Durante años, el sistema educativo en todos los niveles se ha deteriorado, y nos preocupa profundamente que tantos jóvenes venezolanos lleguen a la universidad con deficiencias en conocimientos básicos debido a este deterioro.
Señor, la educación es un derecho y una puerta a innumerables oportunidades dentro y fuera del país. Te agradecemos porque Venezuela cuenta con universidades de renombre, tanto públicas como privadas, accesibles para todos, sin importar el estrato social.
Bendecimos a los educadores, quienes dedican sus vidas a enseñar y guiar a las futuras generaciones. A pesar de la falta de salarios justos, muchos continúan con su labor por amor a la educación y a sus alumnos. Oramos especialmente por ellos, para que reciban provisión y mejoras salariales, independientemente del nivel educativo al que pertenezcan. Sabemos que su trabajo no termina en el horario de clase, sino que dedican horas a la corrección, planificación y más. Pedimos sabiduría para cada docente y profesor, que generen espacios de contención, apoyo y escucha. Espacios donde se pueda debatir libremente, expresar opiniones sin miedo, y que permitan equivocarse y aprender. Que la excelencia prevalezca en todo momento.
Oramos para que los niños y adolescentes tengan más días de clase de manera regular, y que no solo asistan a la escuela dos veces por semana. Que haya motivación para estudiar, para ir a la universidad y para formarse como profesionales.
Nos duele ver tantos jóvenes que han tenido que priorizar un trabajo para subsistir y alimentar a sus familias. Oramos por ellos también, para que sus sueños no se apaguen, sino que se mantengan vivos. Que puedan proyectarse y establecer metas a corto y largo plazo, más allá de lo laboral.
Te pedimos que abras puertas y oportunidades para que cada uno de ellos reciba la instrucción necesaria para su desarrollo y crecimiento.
Padre, provee todo lo necesario para que los venezolanos que aún estudian puedan asistir a sus instituciones educativas con lo esencial: el uniforme correspondiente, los útiles escolares para transitar el año, el pasaje de transporte público o el medio de transporte propio. Provee para que los estudiantes universitarios puedan comprar sus cuadernillos, libros, fotocopias y demás materiales para cada materia. Que en las carreras donde se requieran instrumentos específicos, como en arquitectura, medicina, odontología y otras, los estudiantes tengan lo necesario para realizar sus trabajos con excelencia.
Además, oramos para que ningún estudiante asista a clases sin haberse alimentado. Que haya suficiente comida en sus hogares, para que puedan concentrarse en sus estudios y crecer sanos y fuertes.
Oramos, Señor, por la seguridad dentro de las instituciones educativas. Vela por la protección de los alumnos, que toda violencia física, psicológica o sexual cese. Que el bullying que muchos niños sufren a diario se detenga, Señor. Que cada estudiante se sienta amado, escuchado y valorado. Que comprendan la importancia de terminar sus estudios y el impacto positivo que esto tendrá en sus vidas.
Oramos, Señor, por una educación inclusiva, que esté adaptada a las necesidades particulares de las personas con discapacidad o trastornos. Levanta acompañantes terapéuticos, terapistas ocupacionales, psicopedagogos, logopedas y fonoaudiólogos, para asistir y acompañar a los niños y jóvenes que requieren atención especializada. Que todos, sin importar sus capacidades, encuentren un lugar donde puedan aprender y desarrollarse plenamente.
Padre, te pedimos por la renovación de la infraestructura educativa, que las escuelas y universidades sean lugares aptos, seguros y bien equipados para el aprendizaje. También pedimos que perfecciones los planes de estudio en todos los niveles educativos. Que cese toda forma de adoctrinamiento político y que la educación no esté atada a posturas ideológicas, sino que sea un espacio para todos, donde se respeten las diferencias de pensamiento y se aborde el aprendizaje de forma objetiva y sabia. Que los planes de estudio en cada nivel educativo y carrera universitaria estén alineados con las necesidades actuales y preparen a los estudiantes para enfrentar los desafíos del futuro profesional.
Confiamos en que Tú, Señor, estás trabajando en cada uno de estos aspectos, guiando y fortaleciendo a quienes tienen en sus manos la educación de nuestro país. Que tu sabiduría, amor y justicia se manifiesten en cada aula, en cada maestro, en cada estudiante, y que podamos ver un cambio positivo y duradero en el sistema educativo venezolano.
Como dice en tu Palabra, "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" (Santiago 1:5).
En el nombre de Jesús, oramos.
Amén.
Día 8: Seguridad
Señor, te alabamos por tu grandeza, porque tú eres nuestro refugio y sostén. Confiamos en que tu Palabra es eterna y que sigue teniendo poder. En el Salmo 121:7-8 dice: "El Señor te protegerá de todo mal; él protegerá tu vida. El Señor protegerá tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre".
Hoy nos unimos en oración por Venezuela, un país que ha sufrido tanto a causa de la inseguridad. Te pedimos que la violencia disminuya en todas sus formas. Oramos por las familias que han sido víctimas de homicidios, feminicidios, genocidios, y de cualquier otro tipo de crimen que haya devastado hogares venezolanos. Aunque estemos en un mundo repleto de aflicciones y dolencias, tú lo venciste, mi Dios. Tú nos dejaste tu paz, y oramos para que tu Espíritu Santo llene de consuelo y esperanza a cada hogar que ahora está en duelo.
No hay ningún Dios como tú. Eres el Dios de Justicia y velas por cada derecho de tus hijos, de tu creación. En medio de todo tipo de injusticia, tú te muestras como un buen Juez que rechaza todo lo proveniente de la oscuridad. La luz y las tinieblas no son compatibles contigo, y tus planes son mucho mayores que los del enemigo, que solo viene para robar, matar y destruir. Oramos para que, en el nombre de Jesús, se deshaga todo plan malvado que quiera seguir corrompiendo a Venezuela, que traiga división, heridas y dolor. Que en tu nombre, toda atadura espiritual que permita que estos males sigan ocurriendo se deshaga y ya no tenga prevalencia. En tu nombre, todo poder del enemigo se va, mi Dios. Tú eres el Rey que salva, eres el Dios de luz que echa fuera la oscuridad. Eres el Libertador que desata cadenas físicas, psicológicas y espirituales. Eres el único Dios verdadero.
Que las víctimas de estos crímenes puedan ser restauradas, acompañadas y transformadas por ti. Que a pesar del inmenso dolor que esos actos hayan causado, puedan encontrar en ti su refugio, y que sus vidas reflejen tu obra maravillosa sobre ellos.
Padre, oramos para que aquellos que han sido responsables de crímenes psicológicos, físicos y sexuales rindan cuentas y puedan ser juzgadas sabiamente Que no solo tu justicia divina esté sobre aquellos que se dedican a hacer el mal, sino que pueda haber justicia terrenal, y que haya un arrepentimiento genuino de sus actos.
Pero, sobre todo, que te conozcan, Jesús. Que sus ojos y corazones sean abiertos y puedan ver que, a pesar de todo el dolor que han causado, tú eres un Dios de perdón y de gracia. Tu gracia prevalece, y si hay corazones rendidos completamente a ti, humillados delante de tus pies, sabemos que concedes perdón.
Te pedimos que las fuerzas de seguridad actúen con integridad y valentía, protegiendo a todos los venezolanos sin discriminación ni parcialidad política. Que prevalezca el respeto por los derechos humanos y que se promueva la paz en todos los rincones del país.
Señor, rodea con tu protección a cada persona en Venezuela. Cuida de cada hogar, que sea un refugio seguro. Así como en aquella época en donde se cubrieron las puertas de las casas con la sangre de cordero para proteger a tu pueblo, que cubras con la sangre de Cristo cada hogar venezolano, que los libres del temor y que tus ángeles rodeen sus vidas. Que tu presencia se sienta y puedan alabarte por lo que tú eres y por tu obra, mi Señor. Guarda a quienes deben salir a las calles cada día, para que puedan regresar a sus hogares en paz y seguridad.
Oramos también por la restauración de la paz en las áreas más afectadas por la violencia y conflicto. En los barrios más vulnerables, donde reina la delincuencia y los grupos criminales, que tu poderosa luz disipe las tinieblas del odio y de miedo. Trae sanidad emocional y espiritual. Que donde ha habido división y rencor, tú siembres unidad y reconciliación.
Confiamos en que tú, Señor, eres más grande que cualquier adversidad. Te entregamos a Venezuela, sabiendo que tú la sostienes con tu mano y la cubres con tu misericordia.
En el nombre de Jesús, oramos.
Amén.
Señor, te alabamos por tu grandeza, porque tú eres nuestro refugio y sostén. Confiamos en que tu Palabra es eterna y que sigue teniendo poder. En el Salmo 121:7-8 dice: "El Señor te protegerá de todo mal; él protegerá tu vida. El Señor protegerá tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre".
Hoy nos unimos en oración por Venezuela, un país que ha sufrido tanto a causa de la inseguridad. Te pedimos que la violencia disminuya en todas sus formas. Oramos por las familias que han sido víctimas de homicidios, feminicidios, genocidios, y de cualquier otro tipo de crimen que haya devastado hogares venezolanos. Aunque estemos en un mundo repleto de aflicciones y dolencias, tú lo venciste, mi Dios. Tú nos dejaste tu paz, y oramos para que tu Espíritu Santo llene de consuelo y esperanza a cada hogar que ahora está en duelo.
No hay ningún Dios como tú. Eres el Dios de Justicia y velas por cada derecho de tus hijos, de tu creación. En medio de todo tipo de injusticia, tú te muestras como un buen Juez que rechaza todo lo proveniente de la oscuridad. La luz y las tinieblas no son compatibles contigo, y tus planes son mucho mayores que los del enemigo, que solo viene para robar, matar y destruir. Oramos para que, en el nombre de Jesús, se deshaga todo plan malvado que quiera seguir corrompiendo a Venezuela, que traiga división, heridas y dolor. Que en tu nombre, toda atadura espiritual que permita que estos males sigan ocurriendo se deshaga y ya no tenga prevalencia. En tu nombre, todo poder del enemigo se va, mi Dios. Tú eres el Rey que salva, eres el Dios de luz que echa fuera la oscuridad. Eres el Libertador que desata cadenas físicas, psicológicas y espirituales. Eres el único Dios verdadero.
Que las víctimas de estos crímenes puedan ser restauradas, acompañadas y transformadas por ti. Que a pesar del inmenso dolor que esos actos hayan causado, puedan encontrar en ti su refugio, y que sus vidas reflejen tu obra maravillosa sobre ellos.
Padre, oramos para que aquellos que han sido responsables de crímenes psicológicos, físicos y sexuales rindan cuentas y puedan ser juzgadas sabiamente Que no solo tu justicia divina esté sobre aquellos que se dedican a hacer el mal, sino que pueda haber justicia terrenal, y que haya un arrepentimiento genuino de sus actos.
Pero, sobre todo, que te conozcan, Jesús. Que sus ojos y corazones sean abiertos y puedan ver que, a pesar de todo el dolor que han causado, tú eres un Dios de perdón y de gracia. Tu gracia prevalece, y si hay corazones rendidos completamente a ti, humillados delante de tus pies, sabemos que concedes perdón.
Te pedimos que las fuerzas de seguridad actúen con integridad y valentía, protegiendo a todos los venezolanos sin discriminación ni parcialidad política. Que prevalezca el respeto por los derechos humanos y que se promueva la paz en todos los rincones del país.
Señor, rodea con tu protección a cada persona en Venezuela. Cuida de cada hogar, que sea un refugio seguro. Así como en aquella época en donde se cubrieron las puertas de las casas con la sangre de cordero para proteger a tu pueblo, que cubras con la sangre de Cristo cada hogar venezolano, que los libres del temor y que tus ángeles rodeen sus vidas. Que tu presencia se sienta y puedan alabarte por lo que tú eres y por tu obra, mi Señor. Guarda a quienes deben salir a las calles cada día, para que puedan regresar a sus hogares en paz y seguridad.
Oramos también por la restauración de la paz en las áreas más afectadas por la violencia y conflicto. En los barrios más vulnerables, donde reina la delincuencia y los grupos criminales, que tu poderosa luz disipe las tinieblas del odio y de miedo. Trae sanidad emocional y espiritual. Que donde ha habido división y rencor, tú siembres unidad y reconciliación.
Confiamos en que tú, Señor, eres más grande que cualquier adversidad. Te entregamos a Venezuela, sabiendo que tú la sostienes con tu mano y la cubres con tu misericordia.
En el nombre de Jesús, oramos.
Amén.
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